Vive días del cielo en la tierra
¿EN QUÉ CREEMOS?
ORACIÓN
TESTIMONIOS
Jesucristo es el amoroso regalo de la salvación ofrecido por el Padre a todos. Quien por fe lo recibe como Salvador personal lo tiene y está salvado, lo mismo que lo estamos nosotros desde el momento que lo recibimos (leer Juan 3:16).
NUESTRA FE
La Salvación es por Gracia
El sacrificio de Jesucristo fue suficiente para pagar potencialmente todos los pecados pasados, presentes, y futuros de todos los seres humanos, a lo largo de la historia de la humanidad (leer Efesios 2:8-9)
La Iglesia es nuestra persona
Dios no habita en templos hechos por manos de hombres, sino en los cuerpos de los seres humanos que Él hizo a su imagen y semejanza, y solo aquellos que creen en Él, y que voluntariamente le reciben como Salvador y Señor de sus vidas tienen el derecho de ser adoptados como hijos suyos (leer 1 Corintios 3:16, Hechos 17:24).
El Espíritu Santo nos guía
Espíritu Santo nos guía a la verdad, porque toma de lo suyo y nos lo hace saber (Mateo 10:19-20, 1 Corintios 2:13, Juan 16:13).
NUESTRO PROPÓSITO
Mostrar el amor de Dios
Demostrar el amor de Dios a nuestros prójimos, basado en el respeto, empatía, tolerancia, humildad, compañerismo; promoviendo la paz y la buena voluntad entre las personas de acuerdo con el propósito de Dios (leer Romanos 12:9-10, Efesios 5:1-2).
Seguir los mandamientos de Jesús
Nuestra misión como creyentes consiste en cumplir sus dos mayores mandamientos dados a sus discípulos, el cual es amar y dar toda la gloria y honra a Dios nuestro Creador y Hacedor en primer lugar, antes que a ninguna otra cosa creada en el universo, ni a ningún ser humano creado en la tierra.
Y el segundo amar al prójimo como a uno mismo, guardando así sobre toda cosa guardada, nuestro corazón para Él en exclusiva (leer Mateo 22:34-40).
Obedecer a Dios
Toda aquella persona que se esfuerza por abrazar y obedecer la Palabra de Dios registrada en la Biblia encuentra una sensación de alegría y bienestar continúo, ya que la Biblia es fuente de valores inagotables para una vida bendecida y exitosa (leer Juan 15:10).
Predicar el Evangelio al mundo
Queremos y deseamos hacer nuestra parte, llevando el Evangelio por todo el planeta para llegar a la mayor cantidad posible de seres humanos que se convertirán en hijos de Dios por fe y por su perfecta voluntad (leer Marcos 16:15).
QUEREMOS ORAR POR TI
En la palabra de Dios dice:
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:13-16
Nuestras oraciones son voluntarias, por amor y sin ánimo de lucro, estamos para servirte.
Lunes: enfermedades difíciles.
Martes: depresión y ansiedad.
Miércoles : matrimonios
Jueves: personas con adicciones.
A continuación te dejamos los pasos a seguir para orar por ti.
¿Cómo oraremos por ti?
Para orar por ti solo necesitamos:
- Tu nombre
- Tu país y región
- Tu petición de oración
Te enviaremos la fecha y la hora en la que nos acompañarás a hacer una oración a Dios el Padre, en el nombre de Jesucristo, (Dios el Hijo) para tu completa sanidad por fe.
Jesucristo garantiza sanidad por la fe en Él.
El dice: “Conforme a vuestra fe, os sea hecho”. Mateo 9:29.
La oración que haremos por ti, durará entre quince y treinta minutos. Te aconsejamos que permanezcas orando mínimo quince minutos. Ora de rodillas, o en la posición que mejor te sientas.
“La oración de fe salvará al enfermo” (sanará) Santiago 5:15.
Por amor abnegado y desinteresado deseamos hacer nuestra parte para que Dios te sane. Esperamos tu pronta respuesta. Dios te bendiga.
Un cordial saludo.
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Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra. 2 Corintios 9:7-9 (RVR1960)
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