1. La bondad es producto muy vital del carácter de su naturaleza divina. Practícala, y hazte acreedor de ella.
  1. Déjala legitimar tu vida; ofrécele todo el espacio que posees; y si fuera necesario, amplíate, se amplió. Vuélvete bondadoso con los demás; no escatimes nada de aquello que tienes a mano para dar.
  1. Compártelo todo alegremente, porque no anochecerá sin que tus manos vuelvan a estar llenas.
  1. Recuerda sus palabras verdaderas, y tómalas para ti: “Medida buena, remecida y rebosando darán en tu regazo por todo lo que des”. (Lucas 6:38). 
  1.   Quien es entendido en la Palabra no hallará tropiezo en ella; la pondrá por obra, y experimentará las ricas bendiciones de Dios.  R.